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jueves, 1 de febrero de 2018

TRÁNSITO DE LA TRADICIÓN ORAL A LA ESCRITA EN ALCARACEJOS

El siglo veinte, sobretodo la segunda mitad, se ha caracterizado por el paso de la tradición oral a la escrita en Alcaracejos, pues como es sabido, en los pueblos de los Pedroches la cultura se trasmitía de padres a hijos hasta bien entrado el SXX;  nadie necesitaba comprar un libro para aprender,  adobar la matanza, sembrar, cuidar el ganado, remendar, lavar ropa, cuidar niños, componer canciones o tocar la guitarra; para eso estaba el abuelo, la madre, el padre o la tía. Nuestros pueblos en gran medida eran autosuficientes, y lo más que llegaban a consumir fuera del ámbito local, era lo adquirido en el pueblo de al lado o en la remota capital, fueran mercancías, conocimientos o diversión.
La trasmisión del conocimiento, vía oral, era clave para la autosuficiencia. Por otro lado, el hecho de ser pequeñas poblaciones las de los Pedroches, en donde la escasa formación daba, a duras penas, para la escolarización elemental y poco más, era difícil desarrollar la vocación de la escritura. Lo mas que sabíamos, era de alguien, que de puertas para adentro escribía relatos, curiosidades, recetas, testimonios e incluso poesías, casi siempre de inspiración amorosa o religiosa, pero que nunca traspasaba el umbral para fuera, de modo que los escritos morían con la persona. Sin embargo pasada la primera mitad del  S.XX  en  casi todos los pueblos, por no decir en todos, comienzan  a aparecer escritores de ambos sexos que nos cuentan  sus experiencias. Suelen ser escritos autobiográficos  de estructura versátil, es decir, lo mismo se facilita información física del lugar como: el relato de una orden religiosa, canciones, juegos, recetas de cocina, poesía etc. Sin embargo en las poblaciones de mayor número de habitantes,  las generaciones del cambio político de España, jóvenes de ambos sexos casi siempre con formación universitaria y los hijos de estos, comienzan a publicar estudios profesionalizados de la zona, aunque con escasos resultados en los géneros literarios, como la novela por ejemplo. Y de eso, de ser poco afectos a la tradición escrita, con la revolución de los medios de comunicación, las gentes de los Pedroches pasamos masivamente y de manera vertiginosa y hasta patológica a la escritura, aunque no a la literatura convencional, con el correo electrónico, los mensajes, el whatsapp, el blogg y todo lo demás. Pero esto es otro tema que por su importancia y complejidad no trataré aquí y ahora.
En Alcaracejos, (al menos que conozcamos sus publicaciones), tres personas han sido las que han hecho el transito de la cultura oral a la escrita: Germán Santos Caballero con "Mis aventuras en la guerra civil española" y "Alcaracejos y su escudo"; José López Navarrete con "Recopilación de datos sobre Alcaracejos y sus costumbres" y Claudio Muriel Rísquez (recientemete presentado por su hijo Sebastian Muriel Gomiz) " Alcaracejos y otros lugares: una visión muy personal".
Resumiendo, podríamos decir, que nuestros escasos escritores hacen el transito de la cultura oral  a una escritura protoliteraria que convive con la tradición primera, en espera de superar esta etapa  y atreverse con géneros más propios de la literatura; de todas formas gracias a los paisanos antes mencionados, podemos presumir de una linealidad y de un puñado de libros escritos en Alcaracejos.

1 comentario:

  1. Gracias por tus atinadas reflexiones, por mostrar buenos caminos y animar a seguirlos. Saludos

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